miércoles, 14 de marzo de 2012

Corriendo La Tragamillas.

Un año más he podido disfrutar de la Tragamillas, esa carrera en la que he participado a lo largo de todas sus ediciones y que tantos altos y bajos produce en mi estado físico, por cuanto de un tiempo a esta parte me toca forzar más de lo que estoy acostumbrado para no sufrir en exceso el día de la prueba.


Pero el caso es que una vez más he estado en el recorrido de esta carrera que he visto crecer tan de cerca desde el año 2007 en el que se celebró por primera vez y en el que los cerca de setecientos corredores que tomamos la salida nos vimos sorprendidos al llegar al túnel y tener que atravesarlo casi a ciegas pese a estar prevista su iluminación, un error del que se tomo nota y que no se volvió a repetir.

Al año siguiente (2008) la gran sorpresa fue evitar esa pesada subida a lo largo de toda la urbanización de Las Suertes y cambiarlo por un parque que era casi desconocido para muchos de nosotros, El Coto de las Suertes y la meta en una pista de atletismo recién inaugurada. Mejore la marca del año anterior y no tuve el desfondamiento que me acompañaba al final de estas pruebas de larga distancia.

La tercera edición (2009) supone en mi modesta opinión un punto de inflexión en la historia de esta carrera. El circuito pasa a realizarse casi al revés que en las ediciones anteriores y con ello se gana en menores molestias de tráfico y en seguridad para el corredor. Las horas de reuniones de la directiva del club con los responsables del Ayuntamiento y Policía dieron su fruto al plasmarse un recorrido que ahora si reunía un gran atractivo bajo una seguridad casi intachable.

Además los atletas populares más destacados de la zona empiezan a acudir al reclamo de la prueba dándole el prestigio que hasta ese momento no tenia. Logro mi MMP bajando de 1h 40’, algo que no he vuelto a lograr y que dudo que vuelva a hacer, pues mis objetivos deportivos se han visto rebajados por ser demasiado exigentes para este físico que dios me ha dado.

Año 2010, llegamos a la edición con la mejor participación de las celebradas hasta la fecha. Ante el reclamo del premio por batir la marca de la prueba se acercan hasta la misma algunos de los mejores corredores del área de Madrid. Sin llegar a ser profesionales, estamos hablando ya de un nivel altísimo, con ganadores de pruebas como la San Silvestre Vallecana Popular y otras muchas carreras de montaña. Las lluvias de los días anteriores pusieron el recorrido extraordinariamente pesado, lo que aumento la dureza de la carrera, en especial a su paso por El Coto, pero eso no impidió que se batiera el record de la prueba.

Además, la participación femenina se vio incrementada de forma notable gracias al apoyo que dio Josefa Cruz a la prueba participando en algunos de los entrenamientos que se hicieron las semanas previas en la Dehesa y del cual disfrutamos algunos de nosotros. En lo personal saco la clara conclusión de que uno no puede presentarse a este tipo de carreras sin un mínimo de preparación en cuanto a kilómetros y calidad de entrenamiento. Tanto tiempo bajando el pistón, no se recupera con salir un par de días a la semana en los últimos meses a ritmo trotón.

Quinta edición  de la Tragamillas (2011) , nuevamente el cheque por batir el record de la prueba cumple su misión y hasta Villalba se acercan atletas casi profesionales. El duelo entre los tres marroquíes hizo que se rebajase de forma notable el crono, pero permitirme que me quede con la mejora de las marcas en la categoría femenina. María Ruiz Castellanos puso el listón muy alto y muy pocas corredoras están en disposición de poder bajar la marca lograda por la corredora del club del Canal de Isabel II. En esta ocasión, el circuito cambio ligeramente para evitar las zonas que más problemas daban por el barro en la zona de El Coto y subiendo hasta la zona mas elevada de Los Altos de Villalba para mejorar la circulación en dicha urbanización.

La carrera está consolidada y a nivel popular alcanza unas críticas que podemos considerar de cinco estrellas. Se ha duplicado la participación y la calidad de la prueba no ha bajado un ápice sino todo lo contrario. Aquellas deficiencias que presentaban las primeras ediciones se han ido corrigiendo poco a poco.

Año 2012. Hay que seguir evolucionando y por ello la carrera trata de buscar nuevos alicientes para atraer nuevos corredores y hacer más fieles aun si cabe, a los que han llegado hasta aquí a lo largo de sus años de existencia. Por ello, la organización se ha volcado en tratar de poner puntos de animación a lo largo del recorrido para animar a los corredores y para que contagie el espíritu festivo a todo el pueblo. A tal efecto se organiza un concurso paralelo en el que diversos grupos animaron la prueba con sus músicas, disfraces, coreografías… algo que fue muy bien recibido por los que corrimos ese día, en especial cuando las fuerzas empezaban a faltar tras el paso por El Coto de Las Suertes.

Pero sin duda alguna, el punto fuerte de la carrera siguen siendo sus voluntarios. Y es que los comentarios de los corredores foráneos son extraordinarios en este aspecto y se acercan a los socios del Club El Castillo para felicitarles por conseguir lo más difícil en la organización de la carrera. “Sois un ejército, ¿Cómo lo lográis?”. Y es que a lo largo del recorrido de este año, no se ha visto ni una sola fisura en el despliegue diseñado por organización y Policía Local, algo que no ha pasado desapercibido, sino todo lo contrario y las molestias por el trafico, si las ha habido, también han sido mínimas, lo que facilita enormemente la comunión entre La Tragamillas y los vecinos de Collado Villalba.

Los mimbres para asegurar que la Tragamillas tendrá una larga vida están puestos, ahora solo hay que desear que todas las fuerzas que la hacen posible trabajen juntas en beneficio de la prueba y que esta pase a ser un autentico referente no solo para los atletas locales, sino para los foráneos, vecinos, patrocinadores…En definitiva, que sea el evento que todos queremos y sin olvidar que en el deporte la línea que separa el éxito del fracaso es muy débil.



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