miércoles, 5 de noviembre de 2014

De los egipcios al Peloponeso

Sin haberme repuesto del shock de lo acaecido a finales dela anterior semana en Galapagar, la semana pasada comenzaba con una bomba informativa que sacudía por completo al municipio. Ni sus más feroces enemigos podían pensar que el alcalde de Collado Villalba iba a ser detenido por la Guardia Civil en el marco de la “Operación Púnica”.

Y el caso es que tras el estupor inicial y conforme se iban filtrando datos, la noticia iba ganando en consistencia y las sospechas tornaban en evidencias. Porque está claro que en un clima de corrupción tan generalizada como el que estamos sufriendo, a nadie puede extrañar que un alcalde o un político con un alto cargo caiga en la tentación de hacer lo que ve hacer a su alrededor. Además, algunas de las actuaciones llevadas a cabo por el equipo de gobierno llevaban el mismo guión que las que tanto denunciamos en su momento al anterior alcalde.

Venta de suelo público para financiar al municipio, financiación o patrocinio de actuaciones por parte de amigos que luego se han visto recompensadas con creces, contratos con pliegos a medida... Lo dicho, practicas no solo de José Pablo González o de Agustín Juárez, prácticas demasiado extendidas en la política de este país y por las que los ciudadanos estamos pagando un alto precio.

El sentimiento del pueblo ha sido dependiendo del color del voto, o bien el “ya os lo decíamos” o de incredulidad seguida de decepción. Decepción de una buena parte de la población que estaba viendo con buenos ojos el trabajo del grupo Popular al frente del municipio y a los que ha fallado Agustín Juárez. Y es que en las quinielas de las próximas elecciones, la casilla era un uno fijo hasta los sucesos de la semana pasada.

Pero todo este embrollo nos ha dejado muchos cabos que atar como por ejemplo:

  • El papelón de Esperanza Aguirre negando a Agustín como Judas a Jesucristo en la última cena. De nada sirvieron las aclaraciones posteriores cuando el gallo cantó en forma de las múltiples fotos o la confesión de Julio Henche.

  • ¿Era Agustín Juárez el único responsable de la trama de corrupción en el Ayuntamiento?

  • ¿Cómo se puede creer en la inocencia de alguien que miente o dice medias verdades en su rueda de prensa del arrepentimiento? ¿Quiere que creamos que es pobre de pedir y que para pagar la fianza ha tenido que recurrir a que la familia le preste el dinero? ¿Qué ahora tiene menos posibles que cuando entró en la alcaldía? ¿Qué tipo de gestor sería de ser esto cierto? Está claro que cualquier cosa menos la persona adecuada para dirigir el gobierno de las más de 60000 villalbinos.

Lo triste es que esta trama ha manchado el nombre de nuestro pueblo, nos ha limpiado aún más las arcas ya vacías del Ayuntamiento, ha tirado por tierra el buen trabajo de funcionarios e incluso algunos de los miembros del equipo de gobierno e incluso de otras personas que han visto como la trama les salpicaba por el efecto tsunami.


Y todo esto parece que puede ser que no quede aquí, aunque a uno lo que realmente le gustaría es que se destapase la “Operación Peloponeso”, que miedo me da la pérdida de memoria de algunos a pesar de que todo está casi a la vuelta de la esquina.


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